“Inside” tiene gran facilidad para entrar en tu mente

Este juego lo veo como un hermano de Limbo, o quizás, como una mejora, con mecánicas y estilos muy similares, pero con una reflexión muy propia y cuestionamientos mucho más profundos.

Inicia el juego arrojándote al mundo de Inside, no posees nada de información, no sabes lo que pasa, no entiendes el objetivo, tu única misión en primera instancia es dejarte llevar y empezar a sorprenderte.

Los controles son bastante intuitivos y sin ninguna dificultad, el reto será soportar la presión que la ambientación y la música generan en ti, te recomiendo que cuando lo juegues, en medida de lo posible, tengas tus audífonos puestos.

Me cuesta no comparar Inside con Limbo por lo que puedo decir que siento que los acertijos fueron más difíciles en Limbo, pero no eso no habla mal de Inside, lo que esto logra es que la historia sea más disfrutable, así es el juego puede tener una interpretación en cuanto a su objetivo e historia y no se necesita prestar mucha atención para entenderla o deducirla.

La trama y la atmósfera son completamente invasivas, lograrás sentir estrés y miedo, no será un miedo relacionado a una escena que aparece de la nada y te asusta, será un miedo que vaya creciendo y desarrollándose, una ansiedad que disfrutarás y harás todo lo posible por solucionar el problema, evitarlo o escapar de él.

Inside cuenta con un final alternativo, en mi opinión, me quedo con el final original ya que en mi personalidad y gustos, creo que funciona muy bien, a pesar de que el segundo final también creo que es un recurso válido. Si tuviera que recomendar en qué orden jugar Limbo e Inside, yo te diría que empezaras con Limbo para familiarizarte un poco con ciertas mecánicas y con algunos estilos de esos juegos, pero Inside será la cereza del pastel que estoy bastante seguro de que disfrutarás.