“Limbo” es una obra minimalista

Hace poco tiempo tuve la recomendación de este videojuego, se sabe muy poco desde que inicias a jugarlo, sientes que vas nadando a favor de la corriente, dejándote llevar y enfrentando lo que te van poniendo a tu paso.

Con una ambientación en la que no vemos nada más que fondos y personajes en blanco y negro, se va desarrollando un juego que no sólo se quedará en tu consola si no que también intentará entrar en tu mente. Adornado con una gran música que va aumentando su volumen en momento críticos y reduciendo sus tonos en momentos pacíficos, vamos resolviendo diferentes puzles para entender nuestro objetivo en el juego.

Limbo tiene la magia de ser algo que no importa en qué momento o año lo juegues, sentirás que es un juego actual, con detalles y estilos cinematográficos de producciones clásicas; es cierto que su duración es corta, porque lo puedes terminar en un promedio de 3 horas, quizás menos, pero la verdad es que no necesitas más, la sensación al terminarlo da un cierre completo, justifica nuestra aventura y te aclara la historia, quizás por eso vemos de último esa escena con un poco más de brillo y luz que durante todo el juego.

Al final, tendrás un momento para reflexionar todo lo ocurrido, pero te aseguro que si prestas un poco de atención entenderás lo ocurrido y podrás tener sentimientos encontrados en la escena de los créditos.